miércoles, 8 de octubre de 2014

Sitges 2014: Las mañanas: Día 5

Quinto día en el festival de Sitges, atravesamos la frontera y lamentablemente con la peor sesión de películas hasta ahora, exceptuando la de Cronnenberg tampoco es que tuviera verdadera pasión por ver ninguna pero ha sido algo triste ver tan baja calidad en un festival como éste.







Empezabamos la mañana con L'altra frontera, película con una factura técnica de lo más pobre y es que no puedes escenificar un futuro destrozado por una guerra grabando en cuatro descampados unos trailers industriales, tampoco ayuda la historia, previsible, facilona e incapaz de enganchar al espectador en ningún momento. Si queréis saber algo del argumento se trata de la historia de la madre y su hijo que tras una guerra hacen lo que sea para sobrevivir y llegar a Tierra de Nadie, un campamento de refugiados dónde esperan una vida mejor pero que pronto se revela en una especie de Gran Hermano. De verdad, no perdáis el tiempo, con el cine español suelo ser más generoso y si algo positivo puedo decir es que no me ha provocado excesivo sueño algo que no podría decir de "La distancia" pero no creo que esa sea razón para ver una película.





Por suerte para mi y para todos los asistentes luego venía uno de los platos fuertes del festival, Maps to the Stars, la nueva película de David Cronenberg y se notaba las ganas que había porque creo que ha sido el día de mayor cola para una película de mañana junto a Musarañas.
En Maps to the Stars David Cronnenberg hace una acida y divertidísima crítica hacia el star system de hollywood sin cortarse en ningún momento de citar nombres y personajes reales e insinuando alguno que cualquier aficionado puede adivinar. Con un tono que me ha recordado a Robert Altman construye una historia coral en la que toca todos los prototipos hollywoodienses sin dejar títere con cabeza, desde las estrellas adolescentes y sus caprichos de niños mimados, hasta los traumas y las adicciones de los más veteranos, pasando por representantes, psicólogos, directores, lucha por un papel, fiestas, drogas, sexo y mucho más. Quizás Cronenberg haya perdido un poco ese punto transgresor de hace unos años que tanto gusta a sus fans, pero con Maps to the Stars vuelve a conseguir una gran obra, con mención especial a Julianne Moore que se marca un papel que la pone directamente entre las candidatas a todos los premios de ésta temporada.





Jamie Marks is Dead llegaba a Sitges tras las buenas críticas recibidas en Sundance, la historia de como afecta la muerte de un joven asesinado en el instituto a sus compañeros de colegio. El film intenta jugar en varios planos y en ninguna llega a convencer, ni como retrato de la adolescencia y los abusos en los institutos, ni como thriller sobrenatural, el principal problema de la película no es ya que sea lenta, si no que lo que pasa en pantalla nunca llega a interesarnos, ni nos interesa la muerte del doble de Harry Potter (lo siento tenía que hacer el chiste), ni el drama familiar del protagonista, ni el triangulo amoroso que se forma. Una auténtica sosería que podéis dejar pasar perfectamente.



Y para acabar la mañana Goodnight Mommy, película austriaca que cuenta la historia de dos niños que ven como su madre llega a casa tras una operación de cirugia plástica no solamente con la cara cambiada si no también su personalidad, lo que les hará dudar si es ella realmente. No tengo ningún problema con las películas que van creando tensión y ambiente lentamente para explotar en sus últimos minutos pero si lo tengo en films como estos que suponen un auténtico tostón durante más de tres cuartas partes de su duración para querer acabarlo todo con tres escenas de tortura algo imaginativo y un giro final mil veces visto y además tremendamente tramposo hacia el espectador. Un mal sabor de boca final para una jornada muy floja.



Por la tarde tocaba maratón de series en la Sala Tramuntana, empezando con el primer capítulo de Gotham, la serie sobre la ciudad de Batman antes de que éste se pusiera la capa, dejando caer el protagonismo sobre Jim Gordon la serie comienza bastante titubeante, con muy poca chicha y una trama que era bastante fácil de imaginar como es la investigación de la muerte de los padres de Bruce Wayne. Ningún personaje parece demasiado atrayente en un principio y lo único que se hace es lanzar nombres de personajes conocidos en los cómics para contentar al aficionado de Batman, bastante flojita aunque habrá que darle algún capitulo más a ver si levanta el vuelo.

Después hemos vuelto a ver el primer capítulo de True Detective para maravillarnos de nuevo con esos ambientes insanos tan bien conseguidos por Pizzolato y Fukunaga, además de volver a disfrutar de las estupendas actuaciones de McConaughey y Harrelson (al que usualmente se defiende y que creo que con un papel menos agradecido lo hace estupendamente). Es una pena que una serie tan buena en muchísimos aspectos tuviera una resolución que desmerece al conjunto del resto de episodios, pero bueno, eso sería otro debate.

Y por último el primer capítulo de The Knick, serie dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Clive Owen que sigue las andanzas de un hospital y sus doctores en 1900. Owen se convierte en una especie de Doctor House de principios de siglo, aficionado a las drogas y con una moral más que cuestionable. Buen primer capítulo que deja con ganas de más y sobre todo presenta y deja intuir personajes y situaciones que pueden dar mucho juego. Apuntada sin duda en mi lista de próximas series a seguir.

Mañana madrugaremos con La French, que por su duración y al ser la primera de la mañana esperemos que sea un buen policiaco, continuaremos con Anabelle, el spin off de la estupenda Expediente Warren, después The Double, adaptación de Dostoievski que tengo mucha curiosidad por ver y acabaremos con A Hard Day, nueva muestra de cine asiático.

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